La Sexta Profecía de la civilización maya ha venido a ser una de las preocupaciones más grandes para todos los astrónomos y científicos de la actualidad, pues hace mención a una posible catástrofe que podría sufrir nuestro planeta Tierra. Según esta Profecía existiría un meteorito de dimensiones totalmente impredecibles que se encontraría en dirección hacia la Tierra.
Si es que esto llega a pasar, gran parte de la civilización humana desaparecería en cuestión de segundos, ya que la humanidad no está preparada científica ni tecnológicamente para evitar un evento de tales magnitudes. Los mayas eran científicos con una inteligencia muy desarrollada. Estudiaron el comportamiento de las estrellas para facilitar el trabajo de los científicos actuales, pues éstos sabían que para el hombre era muy difícil lograr descubrir si un evento de tales dimensiones podría llegar a ocurrir, para lo que construyeron observatorios muy avanzados para su época. Su único fin era poder captar la vida que se desarrollaba en el Universo, haciendo referencia al movimiento que llegan a tener los diferentes planetas, estrellas, meteoritos y otros astros.
A pesar de que ésta vendría ser una de las catástrofes más grandes que pudiese llegar a padecer el mundo, los mayas también predicen que ésta será la ocasión y oportunidad para que la humanidad pueda formar parte de un sistema de «un todo». Al verse en peligro de una completa extinción, existirá la posibilidad de que cada uno de los gobiernos dejen sus diferencias políticas y ambiciones personales, para poder buscar una solución en conjunto, y así evitar que el mundo sea destruido.
Según la televisión, ésta es la única forma en que la humanidad puede sentirse unida, solidaria, consciente de que el mundo que tenemos es uno solo y que no hay marcha atrás, si es que éste se termina en cuestión de segundos. Esto se hace más patente, teniendo en cuenta que bajo ninguna razón son magnitudes controlables fácilmente por la mano del hombre.
El estudio de los mayas de todos los planetas y estrellas fue la primera preocupación que tuvieron, por lo que se dedicaron a analizar y estudiar cada una de las órbitas que muchos meteoritos han llegado a realizar. Ellos respetaban cada uno de los fenómenos que ocurrían en el cielo, como una señal superior de que algo está pasando. Al ver cometas cruzar por el espacio, eclipses de diferente índole, siempre eran sucesos de gran preocupación para los mayas, y se volcaron en el estudio de ellos.
No sólo los mayas han predicho esto, pues la misma Biblia hace mención de un acontecimiento similar, siendo en el Libro de las Revelaciones donde se menciona dicho acontecimiento con el nombre de Ajenjo, previsiones que de uno y otro lado, lo único que tratan de hacer, es que el ser humano tome conciencia de que éste es un mundo único y que no tenemos otro lugar a dónde ir.
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