Cuenta una historia sobre la vida que existía en un planeta determinado, en la cual todo era paz, armonía y mucho amor, siendo además muy especial y diferente de todos los demás planetas contenidos en el Universo. Cada uno de sus habitantes tenían una característica muy especial que sólo se le podía haber visto en alguna de aquellas historias mitológicas o en un cuento de hadas.
Y es que esa característica especial que tenían cada uno de sus habitantes, se refería al hecho de que éstos disponían de dos cabezas, cuatro brazos, cuatro piernas…; es decir, que las características físicas de cada uno de estos habitantes venían a ser como la de dos seres en un solo cuerpo, algo que por motivos de su misma evolución había llegado a suceder de una manera tan natural que solo para nosotros puede parecer extraña.
En este planeta de características especiales, toda la sociedad que se había estructurado funcionaba perfectamente, pues a pesar de que eran dos personas en una, nunca existió egoísmo o envidia, ni ambiciones personales que pudiesen romper el esquema que se había implantado en este planeta durante muchos siglos. Cada uno de los habitantes del Planeta de los Pares habían aprendido el secreto de la colaboración, pues el estar íntimamente relacionado con otro ser de iguales características, es que este mundo prácticamente llegó a ser perfecto en todos sus aspectos de vida diaria.
No es extraño poder observar como uno de los dos podría tomar una manzana del árbol para regalársela a su compañero, así como también si es que uno sufría de alguna herida ver cómo el otro se apresuraba a tratar de sanarlo con determinadas hojas provenientes de plantas medicinales. Y en cuanto al trabajo, la colaboración era mucho mayor dependiendo del lugar en donde se encuentre, pues si uno estaba agotado de realizar un esfuerzo físico, el otro era el que terminaba dicho trabajo, pudiendo verse un gran sentido de colaboración mutua que engrandeció la cultura de dicho planeta.
De un momento a otro, los científicos y personas más sabias de este planeta lograron ver cómo desde distancias muy lejanas, se acercaba de una manera amenazante una gran masa estelar, que tenía como trayectoria un choque inminente con su planeta. Éstos científicos no lograron descifrar qué era lo que contenía esta masa estelar. Hasta que esa masa se encontró a una distancia peligrosa para el planeta, no pudieron observar que en realidad se trataba de un inmenso meteorito que tenía dimensiones exageradamente grandes, y que cuyo choque con el planeta dejaría gran parte del mismo devastado y sin esperanzas de supervivencia.
Es así que los grandes sabios de este planeta decidieron tratar de hacer un conjuro que lograra salvar a gran parte de los habitantes del planeta, de manera que si el meteorito llegaba a chocar, se pudiera salvar la raza, y por tanto poder continuar en el futuro con la reproducción de sus habitantes. El meteorito llegó a chocar de manera tan estrepitosa con el planeta, que dichos conjuros no pudieron hacer mucho para la salvación íntegra de esta especie, teniendo un efecto secundario en todos sus habitantes, pues partió en dos a cada uno de ellos, quedando de esta forma separados por la mitad.
La historia cuenta que por causa del choque el meteorito y del conjuro realizado por los sabios, los que antes eran dos, ahora era uno separado del otro. Pero dicha separación trajo otra consecuencia común, y fue que todos y cada uno, volaron desparramados por diferentes sitios del planeta y del Universo. De allí se dice que no hay un solo día en el cual uno de estos personajes busca siempre a su otra mitad.
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