En el distrito londinense de Islington, se ubica el imponente cementerio de Highgate, un lugar victoriano de recargadas esculturas y una asfixiante atmósfera gótica. Construido en 1839 para paliar la precariedad de los cementerios aledaños, este lugar paso al abandono y casi al olvido durante los comienzos del S. XX, hasta que determinados tabloides ingleses, a mediados de la década de los 60, comenzaron a informar sobre una presencia extraña y esquiva que deambulaba por entre las tumbas. Los primeros reportes de ese ser datan de 1890, cuando un testigo afirmó que había visto como una criatura se abalanzaba sobre una mujer en las inmediaciones de Highgate y se había bebido su sangre. Nadie creyó en la veracidad del hecho, pero nacía así el misterio del Vampiro de Highgate.
Fue en 1922 cuando una persona, nuevamente, fue atacada cerca del cementerio “por algo” que “le mordió el cuello y le intentó succionar la sangre” El hombre fue encontrado casi muerto en la vía pública y conducido al hospital de Charing Cross, dos horas más tarde, otra persona llegó al mismo hospital con idénticas heridas en el cuello. La policía buscaba a alguien que nadie sabía cómo era, tan solo que atacaba en las inmediaciones del cementerio de Islington.
Pese a que dicho cementerio se peinó varias veces buscando algún escondite, no se encontró nada. Existen, pese a todo, declaraciones juradas de dos policías que intentaron perseguir a un ser alado y terminó desapareciendo entre la vegetación del cementerio.
El retorno del Vampiro de Highgate
En 1963 hay noticias de dos adolescente que volvían de una fiesta y cuentan como vieron a varias personas caminando por el cementerio y un ser espeluznante “flotando” detrás de las rejas de hierro del cementerio, además señalaron haber visto numerosos cuerpos de animales descuartizados dentro del campo santo.
Existen numerosos testimonios en este sentido, como el de David Farrant, el cual afirmó haber visto el 24 de diciembre, un ser “gris” y de gran altura merodeando por el cementerio, Farrant mandó una carta al diario “Hampstead an Gighgate Express” , narrando su experiencia, lo cual provocó una oleada de cartas firmadas por cientos de personas corroborando tales visiones.
En 1970, Sean Manchester, un historiador londinense especializado en Historia Inglesa Medieval, afirmó que el aterrador ente sobra natural era un ser “no-muerto”, que durante su vida había practicado magia negra. Su seguidores lo habían entrerrado en 1800 en algún lugar oculto del cementerio para evitar ser encontrado y “que pudiese caminar aún más allá de la muerte”
Los vecinos de Highgate Hill, cansados de estas noticias, organizaron una batida más en el campo santo de Highgate, el 13 de marzo de 1971. La búsqueda duró tres días. En realidad nadie sabe qué paso en esos tres días, pero algo debió ocurrir que no trascendió, porque varios días después de aquella batida, varios niños que jugaban dentro del cementerio, encontraron restos incinerados y decapitados de varias personas. No se pudieron identificar sus cuerpos, ni se encontró al autor o los autores, pese a la investigación policial llevada a cabo.
Para 1975, la actividad del supuesto Vampiro de Highgate había desaparecido del todo. Existen testimonios que afirman que el supuesto avistamiento del extraño ser, se debía a los efectos de un pánico colectivo, sin embargo son muchos los testimonios y las pruebas compiladas, tanto por la policía como por los hospitales que desmienten tales hipótesis.
Sea como fuere, la historia del vampiro de Highgate permanece dormida en el olvido colectivo de esa gran ciudad llamada Londres, porque a veces las personas preferimos olvidar, si ello nos otorga tranquilidad y descanso.
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