Según las últimas hipótesis de distintos astrónomos y especialistas en el tema, se estima que en la actualidad existen más de cien mil millones de galaxias (solo dentro del espacio observable desde la tierra) y que, además, en cada una de estas galaxias se estima que puedan existir entre doscientas mil y trescientas mil millones de estrellas como el sol y en la mayoría de ellas cientos de de miles de planetas orbitando. Estadísticamente las probabilidades, por lo tanto, de encontrar vida en otros planetas transgrede los cientos de miles de planeta.
En este punto cabría pensar qué tipo de vida podemos encontrar y cómo las propias condiciones del plante incidirán en cuestiones como el desarrollo físico, intelectivo o cognitivo de dichos seres.
Los astrofísicos sí han determinado, sin lugar a posibles errores, que existen muchos planetas gemelos, en diferentes sistemas, dentro de una misma galaxia, lo cual podemos pensar que existirán planetas muy similares a la tierra, con una antigüedad más o menos similar y con unas condiciones de habitabilidad más o menos parecidas a lo que conocemos hoy.
Según han determinado los científicos, la edad de cada planeta es esencial para el grado de desarrollo de sus habitantes, una vez establecidas las condiciones básicas para la vida tal y como la conocemos nosotros (agua, oxigeno y una temperatura más o menos adecuada). De este modo, aún existiendo planetas parecidos a la tierra en condiciones, teóricamente, se puede encontrar planetas jóvenes con un tipo de vida y de sujetos con un ciclo de evolución más primitiva, a todos los efectos: tanto en el desarrollo fisiológico de los seres como en lo que concierne al grado de conocimiento y desarrollo científico. Por otra parte, según esta teoría, si el planeta es miles de eras geológicas más antiguo que el nuestro, podríamos encontrar una sociedad más desarrollada que la nuestra.
Probabilidades estadísticas de hallar vida en otros planetas
Es indiscutible que, aunque sea de una manera estadística, la existencia de vida en otros planetas es segura. Lo más coherente es que, además del nuestro, se puedan localizar miles de planetas con distintos tipos de vida y algunos de estos, con una inteligencia más desarrollada que la nuestra. Si los humanos hemos evolucionado a lo que somos han sido por dos razones esenciales, por la adaptación al medio y por la inteligencia con respecto a otras especies competidoras por la supremacía a escala mundial (como los dinosaurios, por ejemplo, u otras ramas de evolución extintas).
La pregunta que se hace muchos estudiosos en este punto, radica si la evolución en esos planetas habitados ha sido igual que en la tierra o de manera diferente. En nuestro planeta nosotros somos una evolución del homo sapiens sapiens, pero; ¿ quién nos dice que en otros planetas, la rama dominante no ha sido la de otro tipo de animal o especie? De esta manera, que exista vida en otros mundos, e incluso que esos contextos sean parecidos a los de la tierra, no significa que, taxonómicamente, esos seres tengan nuestra misma apariencia. La evolución, por tanto, depende del momento en el que se realiza la selección.
Sea como fuere, el tiempo y las investigaciones nos dirán si son ciertas todas estas hipótesis científicas o no. Aún hoy, el hombre apenas ha llegado a la luna y a planetas tan próximos, pero tan misteriosos como Marte, en este último caso con un vuelo no tripulado. Lo que es evidente que, a día de hoy, en la tierra no existe la tecnología para tales viajes, tampoco la fisionomía humana está preparada para aguantar años, incluso décadas viajando a velocidades próximas a la luz y con gravedad cero. En este momento los científicos se conforman con observar, a través de sus telescopios, las consecuencias de hechos acaecidos hace miles de años, poco más. Aún deberán pasar muchos años para que la raza humana esté en disposición de viajar en el espacio y saber, conocer qué nos rodea y que nos depara el destino.
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