Según los expertos, la historia de la magia negra es el arte de dañar o lastimar a personas mediante la realización de determinados actos en los que se invocan maleficios, energías oscuras, e incluso advocaciones de determinados seres negativos, siempre con fines dañinos. El invocante siempre tiene que ceder algo o entregar alguna ofrenda para que el acto terrible que está llevado a cabo tenga sus efectos en la otra persona.
Se podría decir que, según la mayoría de los antropólogos y estudiosos del tema, la cuna de toda magia fue África. Con la llegada de los colonos, en su fervor religioso quedó condenada todo este tipo de magia como Magia Negra, siendo muchos de estos ritos de carácter pacífico y positivo.
Hace 25.000 cuando los primitivos colonos se asentaron en Mesopotamia o lugares como la India, la magia fue aceptada como una fuente de consuelo y sanidad. Desde África la magia se fue extendiendo a otros países. Muchos de estos colonos transformaban los ritos y las ceremonias en oficios de invocación al diablo o incluso a los propios muertos. De hecho, solo una pequeña rama del Vudú tiene principios negativos y dañinos.
Historia de la Magia Negra: la Edad Media
Quizá el máximo esplendor de este tipo de magia se produce en la Europa del Medievo, también fue conocido este período como Edad Oscura o la época dorada de la brujería. En estas época se pensaba que hechizos y rituales mágicos estaban detrás de la causa de muchos acontecimientos que la razón y la ciencia, en aquella época oscura, no podían comprender. Es por lo tanto, la Magia Oscura, en este tiempo una excusa para explicar lo inexplicable y para quemar a miles de personas, culpables o no de brujería, en las famosas hogueras, de hecho la Santa Inquisición Española, será la institución que, en el nombre del Señor, condene a cientos de miles de mujeres y hombres a la muerte por brujería, en muchas ocasiones sin prueba alguna.
Es curioso, porque en época posterior, la misma magia africana se extendió hasta América , a través de los esclavos llevados tanto por españoles como portugueses a América. Vemos en el caso americano como el sustrato africano pervive hasta hoy en la concepción de sus ritos o sus formas de invocar a los muertos, sin intenciones negativas la mayoría de las veces.
Esta magia africana, se fusionó con la americana, dando como resultado a religiones como el vudú o determinados ritos de santería con un claro sustrato africano.
En cuanto a los síntomas de la magia negra, existe una gran variedad de afecciones que pueden ser desde un grado leve o moderado hasta llevar al mismo borde del colapso y provocar la muerte. Los síntomas, en definitiva dependerán de la intensidad y de la naturaleza del rito o la hechicería sobre la que estamos siendo invocados. En el caso del vudú, por ejemplo, puede provocarnos profundos dolores mediante el famoso método del muñeco, o incluso anularnos la voluntad
Según dicen, en otros casos la Magia Negra supone un bloqueo de la sabiduría y la inteligencia de la persona afectada. La víctima puede sentir un bloqueo mental recibiendo pensamientos negativos y pesadillas negativas con cierta frecuencia. Es sintomático también la aparición de manchas azules en los muslos sin haber recibido golpe alguno. También suelen aparecer miedos, fobias y experiencias raras y extrañas. La víctima en este estado, no encuentra paz durante ningún momento del día. Existe también otro tipo de sintomatología
Hoy día la Magia Negra viene asociada con maldiciones, satanismo, rituales con sangre o distintos tipos de amarre, todos con el factor en común de querer lastimar a una tercera persona; sin embargo también existe la Magia Blanca, capaz de cambiar algo para mejor, por lo tanto si el origen de nuestra mala suerte o nuestra desgracia radica en la Magia Negra, podemos encontrar consuelo en aquellos rituales adscritos a la Magía Blanca, único remedio capaz de combatir un maleficio.
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