Nada más antiguo ni más literario que los pactos con el Diablo. Ya desde la antigüedad más remota podemos observar la tentación que suscita el hecho de ofrecer el alma de uno, mediante contrato, o al primogénito aún no nacido en aras al poder y el deseo que un pacto con El Caído nos puede aportar.
Dentro de una tradición cristiana, el pacto con el diablo es el contrato que una persona hace con Satanás o cualquier otro demonio para obtener favores de éste a cambio de entregar su alma y condenación eterna. Se dice que este pacto duraba toda la vida y era firmado con la sangre de la persona que esperaba obtener los favores del demonio, esta sangre a su vez simbolizaba una ofrenda al diablo y lo que se estaba ofrendando era precisamente el alma del individuo o, en determinadas ceremonias también se solía ofrecer a niños recién nacidos, en señal de pureza y entrega.
El acto comprendía tres partes, una primera invocatio, o invocación del Oscuro, donde, a través de distintas plegarias y rezos se le invocaba, un conjuro, donde se rendía honor a la figura del Oscuro y un cenit o pacto, propiamente dicho donde o bien quien vendía su alma debía de sangrar, necesariamente, o donde se ofrendaba al recién nacido.
Tipos de Pactos con el Diablo
A partir de la Edad Media la teología cristiana distinguió dos clases de pacto:
- Professio tacitao pacto privado que se llevaba a cabo a través de un intermediario, generalmente una bruja o un nigromante.
- Por su parte, el professio expresa, pacto público o solemne es un pacto firmado con sangre. Los teólogos creían que este tipo de pacto se llevaba a cabo durante los aquelarres.
Se creía también que durante el pacto, Satanás dejaba una marca en alguna parte del cuerpo de la persona y al poco tiempo, la persona perdía su sombra y su reflejo frente a los espejos. Además su nombre quedaría incluido por la eternidad en el Libro de la Muerte, también conocido como Libro Rojo de Satán.
Se podría decir, también que los ritos y las maneras de pactar con el diablo, en la actualidad varían mucho dependiendo de las fuentes que se consulten. Para establecer una serie de premisas, se pueden citar algún libro donde se recopilan los pasos y las formas, más allá de las tres etapas descritas anteriormente (invocatio, conjuro y pacto).
Uno de los principales textos es el Gran Grimorio. Está considerado como uno de los libros más exactos y valiosos para la realización de distintos tipos de pactos con el Demonio y otras entidades malignas. En este libro se nos orienta sobre cómo invocar y pactar con Lucifer Rofocal.
Otro texto antiquísimo es el Grimorium Verum, igual que el anterior, este texto está dedicado al conjuro y pacto con el Demonio. Este libro comienza enumerando los tres principales demonios con los que se puede pactar: Lucifer, Belcebú y Astarot.
Por último, citaremos dos libros más centrados en este tema, uno de factura española: Gran Libro de San Cipriano, donde también se detalla cómo invocar y pactar con el Caído. Un libro muy consultado por videntes, ocultistas y brujos españoles contemporáneos, aún hoy.
Ya para terminar, se citará al menos un texto más o menos actual: Rituales satánicos, de Anton Szandor LaVey, escrito en 1975, donde se incluye, además de los pasos para la invocación del maligno, una recopilación de ceremonias y rituales satánicos de otras culturas y partes del mundo, por ejemplo las que realizan los Yezidies islámicos, una secta que adora al Sahitán del Corán y que realizan sangrientos rituales de sangre en sus oscuros y herméticos rituales.
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