En un ritual de magia nada es casual. Todo, cada acto, cada palabra, cada objeto, cada invocación o incluso el color de las velas o de los objetos que participan en el rito tienen un por qué, una significación profunda. Hoy, en esoterismo10 queremos acercarnos al uso de algunos colores y su valor, dentro de algunos ritos de magia negra. En especial nos centraremos en el rojo y el negro, dos de los colores más recurrentes para este tipo de ritos dedicados a Lucifer o a la invocación de entidades de otras dimensiones y cómo funciona esta simbología del color en magia negra.
Por un lado y sobre el color rojo en actos de magia negra, se podría decir que este color representa lo más instintivo del ser humano, lo más animal y también lo más pasional, de hecho el rojo se suele usar en magia negra para atraer a las personas mediante su lado más pasional. Por otra parte, el rojo también se asocia a rituales de sangre. También se podría decir que este color provoca una fuerte atracción a determinadas entidades, por lo que este color es muy utilizado, no solo en forma de velas rojas, sino también en diversos instrumentos como altares o los propios ropajes de los iniciados, en todo este tipo de ceremonias.
Otro elemento muy utilizado en este tipo de ceremonias es color el negro, por antonomasia el color que refleja la ausencia de luz. Muchos piensan que el negro tiene el poder de atraer seres de la oscuridad, seres que se sienten atraídos por aquello que despierta este color en ellos. Por regla general son seres marcados por el dolor, seres oscuros y negativos, por ello quizá la expresión “magia negra” porque predomina sobre todos los demás este color, también asociado con la muerte.
Velas negras: Simbología del color
La famosa vela negra, por ejemplo, viene a ser, en este sentido, la máxima manifestación en cuanto a la convocatoria de seres oscuros. A través de rituales antiquísimos y mediante la luz que emana de estas velas negras, se hace una llamada, una invocación o como muchos dicen “una invitación” a determinados tipos de seres. Es también frecuente que muchos hechiceros quemen en la propia llama de la vela negra restos de animales muertos o determinadas sustancias olorosas que potenciarán aún más las presencias malignas.
También podemos encontrar esta tonalidad de color en ropajes, estatuillas, y determinados tipos de objetos y atrezzo en la celebración de cualquier rito negro. El negro es también el color de la muerte, la representación de lo oscuro y del Oscuro, por ello tan importante y con una trascendencia tan elevada. El negro no es un color neutro, es el color que, como hemos dicho provoca un efecto de atracción muy potente sobre algunas entidades malignas.
Vemos por lo tanto que tanto el negro y el rojo se asocian a prácticas oscuras, vinculadas con lo demoniaco, en el caso del rojo, y con la muerte y espíritus malignos, en el caso del negro; por el contraposición señalar que en la magia positiva, suele ser el blanco y colores suaves como el rosa o incluso el azul, las tonalidades que prevalecen. Incluso, en el caso de que queramos protección a través de un amuleto, siempre es recomendable hacerlos nosotros mismos y utilizando este tipo de colores, asociados con energías positivas.
Sea como fuere, la simbología del color es esencial en el mundo de la magia, no solo afecta a la naturaleza del rito o del acto, anunciando nuestras intenciones positivas o negativas, sino que también, de una manera inconsciente influye en la mente y en la percepción de la persona, quizá de manera innata y en parte cultural, al asociar determinadas tonalidades al mal (el rojo, por ejemplo a Lucifer) y el azul o el blanco al bien (Dios, por ejemplo, es un ser níveo y puro)
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