Para griegos y romanos Zeus es el padre de todos los dioses y todos los mortales. Zeus, según cuenta la tradición, es hijo de los titánes Cronos y Rea, desde el Olimpo gobernaba, junto con su esposa y otros diez dioses menores, los designios del mundo.
Pese al enorme poder de este dios, observamos que, al igual que el resto de los dioses que configuran la cosmogonía griega y romana, éste no se libra de las tribulaciones y los deseos propios de humanos: Zeus odia y ama, rapta e incluso toma por la fuerza a aquella y recurre a múltiples engaños para yacer con aquellas mujeres que desea. Es un dios, por lo tanto, hecho desde una proporción humana, con sentimientos humanos.
Cuando el cristianismo toma entidad y conciencia de ser, se recurre para la asimilación y adaptación de su Dios al propio Zeus. De hecho, etimológicamente Dios es una evolución fonética del término griego Zeus. Para los cristianos su dios se despoja de todo lastre humano, la inspiración en Zeus radica en su poder omnímodo y justiciero, se abandona incluso la idea de un origen o una descendencia del Dios cristiano, frente al dios de dioses griego, el cual proviene de una estirpe y presenta unos hermanos (Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón). El dios cristiano asume todo el poder y se deshumaniza. En ningún momento la el Antiguo Testamento nos dice los orígenes del Dios cristiano, por otro lado éste no presenta duda o vacilación.
Mitología VS Religión: Zeus Todopoderoso
En realidad, para muchos antropólogos e historiadores especializados en el nacimiento de las religiones, si nos abstraemos de cuestiones de dogma o de fe, el cristianismo, en esencia y en su totalidad, viene a ser una recopilación de diversas religiones paganas. Muchos afirman que esto es debido a una cuestión didáctica, para una mejor transmisión de elementos ya presentes en el inconsciente de las personas y las masas. De este modo, se sostiene que la presencia de un Dios cristiano vendría a ocupar el lugar de un Zeus pagano, si bien es un Dios, como ya se ha señalado, con la misma esencia de poder (omnímodo) pero desvinculado de toda pasión y toda reminiscencia humana.
Es un Dios, el de los judíos y los cristianos qu ese debate entre una bondad infinita, mediante el reconocimiento y el premio para quienes cumplan determinados preceptos, pero también justiciero y con la potestad del castigo para todos aquellos transgresores de la fe. Nuevamente, igual que ocurre en muchos episodios de las distintas mitologías y religiones mundiales, entre en juego el concepto de “miedo al castigo”. Dios es bondad, pero también es castigo y por tanto es temor. El miedo es algo fundamental, repito, para el adoctrinamiento de todas las religiones. Con el transcurso del tiempo, determinadas cuestiones negativas serán asumidas por el contrario del propio Dios católico: por Lucifer, que, frente a la premanencia de Dios, el caído viene a simbolizar el mal y la negación de los preceptos católicos y humanos.
Por otro lado y ya para acabar, se habla de una cosmovisión politeísta en la concepción del imaginario griego, frente al monoteísmo católico. Algo, por otra parte del todo matizable, ya que si bien, frente al Zeus griego, el cual rige y gobierna un sin número de dioses menores; es cierto, el Dios católico es uno, pero también es trino y también posee una cohorte de ángeles y arcángeles que en ocasiones asumen el roll de los dioses menores griegos. De igual modo ocurre con la Virgen María. Es una, pero hay cientos, miles de vírgenes, con distintos nombres, en representación de una sola persona.
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