Si hablamos de un mundo lleno de oportunidades, tenemos que saber también que estas se presentan siempre con alguna condición que puede llegar a tener un propósito o una consecuencia. Esto es lo que conocemos como la Ley de acción y reacción.
Esto es muy fácil de entender debido a que, para una acción determinada siempre existirá una causa, consecuencia o reacción específica, pues el factor causa-efecto siempre está presente en nuestra naturaleza. Antiguamente se conoció esto como la Ley del Karma, siendo definido como un factor muy importante que emplea la naturaleza, de cualquier índole que sea, para que se pueda hacer efectiva la creación del alma. Es así que se ha podido mencionar que existen algunos tipos de seres que muestran diferentes características perfectamente diferenciales; si hablamos por ejemplo de tener que desconocer o no aprovechar alguna oportunidad, o simplemente ser indiferentes y mantenernos como cuerpos inertes ante una situación determinada, lo que ocurrirá simplemente es que el hombre acarrea al alma.
Es así que aquellos seres que tienen el comportamiento como el mencionado en las líneas anteriores, suelen ser definidos como «criaturas sin alma», a los que se ha mencionado que ocupan un determinado rango en los cielos muy similar al que ocupan los ángeles, a diferencia de que estos carecen de una inteligencia individual.
La ley de Reacción en realidad lo que hace es ir acumulando todos aquellos elementos que vienen a ser el resultado de muchos esfuerzos realizados, haciendo que éstos se transmuten en una cadena de vehículos que vienen a representar a uno de los senderos elegidos por la conciencia. Podría decirse que tal como lo hacen los polos opuestos, se acumula de manera progresiva así como de una forma forzada, muchas de las sustancias que por naturaleza son opuestas. Mediante este proceso, analizado de una manera muy sutil, viene a representar a aquel personaje que ha seguido el sendero blanco, que tiene como propósito que la materia muera de inanición o que ésta transmute debido al rayo negro lanzado sobre sí mismo.
Sólo de esta manera, es decir siguiendo el sendero blanco, se podrá mantener una actitud firme en cualquier conflicto, algo que tendrá primero que ser dominado y controlado desde su mismo interior, en donde se generará su primera lucha. Pero así como habíamos mencionado que existe un camino blanco, está el camino negro. A través de este camino negro y de una forma gradual muy poco a poco, a base de finos principios internos, se está elimina y destruye la parte esencial del espíritu, en donde más predomina la parte material. El resultado de está destrucción, para quien haya andado este camino negro, será convertirse en un demonio en vida.
El camino negro no viene a ser sólo la perdición para quien lo haya tomado, sino que más peligro correrán aquellos que sean vistos como sus enemigos, ya que este demonio desalmado se verá haciendo todo tipo de mal sólo por el placer de querer hacerlo.
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