La masonería en España se implanta de manera tardía. Influenciada la sociedad española de finales del XVIII y principios del XIX por el afrancesamiento cultural e intelectual; el primer testimonio de logia masónica española apunta a la conocida como “La Matritense”. Se especula al respecto sobre la existencia de alguna otra anterior a esta de influencia inglesa, pero no existen datos concluyentes al respecto.
Con la invasión francesa se acrecentará la influencia cultural y social gala en la Península. En España no se llega a desarrollar una masonería formada por personas vinculadas al trabajo manual, como ha sido una constante a lo largo de la historia (labradores de piedra, arquitectos, etc). En nuestro país, y por una clara tendencia francesa, se instaura ya desde el comienzo, una masonería elitista e ilustrada, cuya finalidad es construir un mundo y una sociedad perfecta, ello implica que sean precisamente las minorías ilustradas, aristocráticas o intelectuales las que tomen la determinación de agruparse en logias masónicas.
En España y quizá por el contexto histórico, finales del XVIII y principios del XIX, la implantación de la masonería adquiere determinados rasgos peculiares, ya que, pese a la influencia francesa, muy pronto las logias toman cierta naturaleza conspiradora, tanto contra el estado como contra el poder de la Iglesia. Se aprecia también una profunda politización, incluso la participación de muchos miembros en sucesos revolucionarios o luctuosos. Para algunos historiadores la masonería española es un pretexto más para el intenso anticlericalismo que se vive en estas fechas.
Se puede hablar sin temor a error que, durante todo el Siglo XIX la vinculación de la masonería española con la política es enormemente fecunda. Se manejan datos como que, de los 470 diputados de las Cortes Constituyentes de la República Española (1874-1875), 230 son masones confesos.
Sin embargo, quizá por el carácter elitista, se estima que el número total de masones en España no supera las 5.000 personas. Además de la política, el ejército de entonces también será un foco para masones ilustrados. En este sentido podemos nombrar, entre otros, a los siguientes personajes: Alejandro Lerroux, Fernando de los Ríos, Casares Quiroga, Manuel Azaña, Emiliano Iglesias., etc.
Destacan, por otra parte, el gran número de políticos adscritos a siglas políticas como PSOE, Acción Republicana, Ezquerra Republicana de Cataluña y Federación Republicana Gallega.
En 1939, tras la victoria del Bando Nacional, será el mismísimo Francisco Franco quien firme un edicto prohibiendo bajo pena de prisión y muerte la pertenencia a cualquier tipo de sindicación a grupo masónico; dicha prohibición durará hasta bien entrados los años 70.
La la masonería en España en la actualidad
En la actualidad, se podría decir que el panorama masónico, hasta donde se sabe, presenta un panorama muy fragmentado y con la constante histórica de pocos afiliados a las distintas logias en número, si bien, se sigue con la tendencia de que sean personajes económicamente poderosos o políticamente influyentes los que formen y se formen en estas logias. Como ya se ha dicho, el hermetismo es una constante en este país.
Citaremos, entre otras, las siguientes logias masónicas:
- Gran Logia Simbólica. Se cree que la forman unas 500 personas. Son logias organizadas por sexos (solo hombres o solo mujeres). Hace unos años alcanzó cierta notoriedad al ser la primera logia masónica en hacer “Gran maestre” a una mujer en Zaragoza.
- Gran Logia de España. La mayor, se cree que tiene entre 1.500 y 3.000 miembros. No acepta mujeres y se fundamenta en unos preceptos férreos y de influencia inglesa.
Otras lógias son La Gran Logia Federal de España, una escisión de la Gran Logia de España. Se estima que tiene 300 miembros. Gran Logia de Cataluña, Gran Oriente de Cataluña, Gran Logia Femenina de Mujeres, Gran Oriente de Francia.
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