En pasados posts hablábamos sobre el origen y la tremenda significación de los manuscritos del Mar Muerto, de una manera general pero ilustrativa y aleccionadora.
Debido a su trascendencia y a modo de reseña, se podría decir que estos textos y su difusión en internet, están siendo fundamentales para entender las lecturas bíblicas en la actualidad, ya que no solamente se trata de las versiones más antiguas, y por tanto más próximas al origen, de las que se tiene conocimiento, sino que también presentan un contenido mucho más completo que cualquier texto descubierto hasta la fecha y alejado de todo tipo de corrupciones e interpretaciones de siglos posteriores. Además, el estudio de dichos textos permite conocer con gran detalle un contexto histórico convulso y difuminado por la historia “tradicional y ortodoxa” promovida por siglos y siglos de dogmatismo religioso.
El hecho de subirlos a la red, supone el libre acceso, desde cualquier lugar del mundo, a una información tan valiosa como fascinante. Lo cual ha dado pie a muchos investigadores y teólogos a profundizar más en el conocimiento de fuentes y contextos, en cuanto al nacimiento de las principales religiones occidentales.
Técnicamente, para subir los manuscritos a internet, Adolfo Roitman, responsable de contenidos del Santuario del Libro, institución dependiente del Gobierno de Cultura Israelí, dedicó más de seis meses a transcribirlos, añadiendo, además distintos tipos de información e introducciones sobre el descubrimiento. Así, nos aparecen perfectamente contextualizados.
Todo ello aparece mediante un gran número de elementos audiovisuales, incluidos distintos vídeos y distintos textos con una descripción más detallada sobre cada rollo o fragmento subido a la red.
Además, los manuscritos pueden ser ampliados hasta los 1.200 megapíxeles sin perder resolución, algo posible gracias a la tecnología de Google. Fue el fotógrafo israelí Ardon Bar Hama el encargado de realizar las fotos, de tal manera que, podemos ver los textos en sus versiones originales, a modo de facsímil on-line, incluso es tan grande el detalle que en el rollo de Isaias, por ejemplo, podemos observar distintos fallos ortográficos, correcciones y notas marginales, realizadas por el escriba, antes casi imperceptibles.
Además, nuevamente, gracias al empeño de Google, no solo se permite aumentar o disminuir el tamaño textual, son que también nos permite buscar una sección deseada del rollo, incluso podemos hacer búsquedas por columnas, por capítulos o versículos.
Para superar el problema del idioma (ya que son textos en hebreo y arameo antiguos), Eugéne Ulrich de la Universidad de Notre Dame, ha realizado una edición científica y fiel en inglés de los textos expuestos. Se ha procedido a realizar una traducción confrontada con el texto original en el mismo ancho de pantalla, respetando al máximo la fidelidad del texto primitivo.
Desde aquí invitamos a que, por curiosidad, o por conocimiento, se visite la página y el contenido que acabamos de contextualizar, pues estamos ante uno, quizá, de los mayores descubrimientos de la historia.
Los manuscritos del Mar Muerto en la red
Existen, en la actualidad dos páginas “oficiales” desde donde podemos tener acceso a todo lo comentado:
- http://dss.collections.imj.org.il/ (en inglés)
- http://dss.collections.imj.org.il/es/isaiah (en castellano)
En dichas páginas, tendremos acceso, como hemos dicho a cuatro textos; de los 900 encontrados, y tendremos una visión del mal estado de conservación, en muchos casos y de la ardua labor de investigadores y expertos en la composición y lectura de dichos textos.
Los textos que podemos encontrar son:
- El gran pergamino de Isaias
- El pergamino del Templo
- El pergamino de la Guerra
- El pergamino de la Comunidad.
También podemos tener acceso a distintos comentarios sobre el Pergamino de Habakkuk.
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