Desde la noche de los tiempos, los seres humanos han sentido la necesidad de comunicarse con el más allá y de tener comunicación con los espíritus, quizá por pura curiosidad, o por que quedó alguna cosa por decir, saber si esos seres que nos faltan están bien, son todas ellas acciones cargadas de gran simbología y afectividad, tratándose siempre de personas queridas o familiares.
Formas de comunicación con los espíritus
Para la invocación de estos seres, existen múltiples formas. En adelante se citarán algunas de las más comunes.
Los médiums. Son personas más sensibles a ciertos cambios y precepciones. Vienen a desempeñar la función de nexo entre dos mundos. En principio son los mensajeros de la entidad invocada. Algunos de estas personas dicen poder ver al espíritu, otros tan solo afirman escuchar y transmitir. Por regla general el rito de invocación mediante médiums suele hacerse en grupos de personas reducidos: casi siempre son tres, como ya se dijo en otro artículo, en representación del Santísimo Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, además se tiene que sumar el propio médium. Por regla general la ceremonia o el rito se suele celebrar en una habitación oscura y silenciosa, alrededor de una mesa. Tradicionalmente eran mesas de madera redondas. El grupo es dirigido por el experto-medium que intercede e invoca, desde el mundo de los vivos a alguien que está en la dimensión de los muertos. LA finalidad del médium es canalizar la energía de esos espíritus y también la propia evolución de los participantes: miedos, burlas, descredito o faltas de respeto son actitudes que el médium debe atajar rápidamente. A veces los médiums sirven de consuelo tanto para la entidad invocada como para aquellos familiares que aún lloran su perdida y que lograrán la paz sólo mediante este último encuentro.
La ouija es otro medio de comunicación con lo espiritual. Es un instrumento condenado y repudiado por la mayoría de las asociaciones espiristas, ya que este instrumento está vinculado con la magia negra y el mal. Muchos expertos opinan que este instrumento es una puerta a dimensiones desconocidas y que uno no sabe que puede entrar por esa brecha. Existen entidades que pueden estar confundidas por el tipo de muerte, incluso algunas otras enfadadas y con rabia, bien sea por el tipo de muerte que han padecido, bien sea por su propia naturaleza, invocar a estos seres es peligroso para quienes lo hacen. Quizá el verdadero peligro de este rito esté precisamente cuando se pide al espíritu una prueba física de su existencia.
La escritura automática es también un método muy frecuente. Existen múltiples testimonios de ello, personas que afirman que sus manos han canalizado la energía de un espíritu
Otra manera de comunicarse con el más allá es mediante la técnica. Me refiero a elementos como la grabación de sonidos mediante sofisticados equipos de grabación. Esta técnica suele emplearse en cementerios y otros lugares donde han existido muertes violentas. Cabe mencionar las famosas grabaciones del grandísimo parasicólogo español Germán de Argumosa y su famosa psicofonía del infierno. Gracias a este tipo de técnicas, podemos saber que ocurrió en ese lugar en el momento en el que se produjo el acto luctuoso. Por último se podría citar la llamada “telefonía de los muertos”, que viene a ser un conjunto de elementos sofisticados electrónicos que buscan anomalías energéticas. A veces ello da lugar a poder dialogar con las propias entidades.
Por último, citaremos las apariciones, son aquellos encuentros directos que existen entre las entidades y las personas. En muchos casos la propia persona no es consciente que esta entablando contacto con un muerto o en comunicación con los espíritus.
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