Las sociedades del siglo XXI se caracterizan por estar envueltas en una vorágine que provoca en las personas diversos trastornos a nivel físico, psíquico y espiritual. Ante esta situación han surgido muchas prácticas destinadas a lograr que el hombre pueda alcanzar el equilibrio y la felicidad, tal es la filosofía y el objetivo de Mataji Indra Devi.
El Yoga es sin lugar a dudas, una muy buena forma de intentar reencontrarse con uno mismo. Una de sus más grandes exponentes es Mataji (madre en sánscrito) Indra Devi quien define al Yoga como el arte y la ciencia de vida que permite desarrollar en su totalidad (física, mental y espiritualmente) al hombre.
En sus enseñanzas Indra Devi ponía especial énfasis en la postura del cuerpo, consideraba que una postura correcta era sinónimo de belleza y juventud. La postura correcta consiste en tener la columna vertebral derecha, al enderezar la columna, los hombros, la cabeza y el abdomen se colocan automáticamente en su sitio. Indra Devi advierte lo insalubre que es la costumbre de las mujeres occidentales de forzar hacia adentro el abdomen, al hacerlo están impidiendo que la columna se mantenga derecha. Una práctica frecuente de Yoga ayuda a adoptar la posición adecuada naturalmente.
Uno de los grandes beneficios que otorga el Yoga es que a través de sus asanas y posturas no sólo se logra un robustecimiento del cuerpo sino que además se logra una mente equilibrada y en paz, tan necesaria y difícil de conseguir en estos tiempos.
Existen muchas personas que dudan de los poderes curativos y armonizadores del Yoga, sin embargo Indra Devi insistía en que todas las prácticas que conforman el arte y la ciencia del Yoga han sido observadas, estudiadas y comprobadas científicamente durante largas décadas.
No hay edad para comenzar a practicar Yoga, nunca se es demasiado joven o demasiado viejo. El Yoga es una arte capaz de modificar nuestro estilo de vida y nuestra concepción del mundo, logrando que el cuerpo, el alma y la mente se conecten y funcionen en perfecta armonía. Esto es posible debido a que los movimientos suaves, armónicos y relajados del Yoga requieren una constante atención y participación mental. Con los ejercicios se movilizan las energías bloqueadas y se relajan los centros energéticos, imposibles de abordar a través de cualquier otra práctica.
En el Yoga no existe un único tiempo, cada uno sigue su tiempo, lo reconoce, lo respecta y en base a él realiza su trabajo de reconocimiento interior.
Indra Devi aconsejaba a todos repetir, independientemente de que se practicara o no Yoga, el mantra OM. OM es sánscrito y significa “Instrumento del pensamiento”. El OM es el sonido ideal inaudible. Es importante porque para el arte del Yoga la raíz de la creación de todo el mundo que conocemos yace en los sonidos. Al recitar el OM no en forma rutinaria sino pensando en su significado, nos conectamos con la naturaleza creadora, con lo divino, tomamos conciencia de nuestra individualidad y también del todo. Sin sonido no hay creación y por lo tanto tampoco armonía.
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