¿Has pensado alguna vez en el poder de los perfumes mágicos? ¿Y en lo intenso de una evocación, de una magia hecha aroma?
No hay nada más profundo y evocador que un aroma, una esencia flotando en el ambiente. Pocas cosas existen en el mundo tan poderosas como para retrotraernos a un momento de nuestro pasado. De hecho, existen estudios clínicos de personas con tendencia a la depresión o a distintos episodios de ansiedad severa, con episodios de tristeza y desmotivación que, preguntados por un olor de su infancia y vuelto a oler, han cambiado de actitud y han mejorado de salud. Un olor, un perfume no solo nos lleva a un pasado, también tienen la capacidad de evocar una emoción, un recuerdo o incluso a ayudar a mejorar, como hemos dicho.
A modo de contextualización, podríamos decir que el perfume se utiliza desde la antigüedad. Se piensa que fueron los egipcios quienes, a partir de elementos naturales como el hinojo, el jazmín, el romero o las violetas, fueron los primeros en elaborar algo parecido a esencias, utilizadas éstas en rituales religiosos o incluso para impregnar a los grandes faraones ya muertos.
Dentro del mundo esotérico se podría decir que, el perfume cumple así con todas las conveniencias de las artes mágicas, incluso puede llegar a producir efectos paranormales e inexplicables. Incluso hay quien afirma que pueden repeler determinadas fuerzas hostiles y atraer el bienestar y la complacencia de la persona. También es recomendable el uso de sustancias aromáticas para limpiar el ambiente de malas vibraciones o para limpiar el aura de una persona.
¿Cómo elaboramos perfumes mágicos?
No me resisto en este punto a transcribir un par de fórmulas sobre la elaboración de perfumes mágicos en la antigüedad. La fuente en este caso es un texto de referencia para quienes admiran el mundo esotérico. Estas fórmulas han sido sacadas del libro llamado “El Gran Grimonio del Papa Honorio” y nos ofrece la materia prima para realizar un perfume mágico.
A modo de introducción, el autor nos dice lo siguiente:
La Magia Evocatoria emplea siete perfumes, que corresponden a los siete planetas que dominan durante los siete días de la semana(…) En su composición entran diversas substancias, aunque predominan en ellos las hiervas y las flores. El objeto de los perfumes es atraer a las enteidades que pueblan el mundo de lo invisible, las cuales acuden presurosas al sahumerio, como los vampiros a la sangre fresca
En el libro se citan hasta siete, como ya se ha comentado, nosotros incluiremos aquí un par de ellos:
Perfume de Sol
Un Domingo, en su hora planetaria, se pondrán en un mortero las substancias siguientes:
- Azafrán………………………………1 gr.
- Simiente de laurel…………………..5 gr.
- Hojas de heliotropo…………………5 gr.
- Mirra…………………………….……5 gr.
- Alcafor……………………………….5 gr.
- Incienso………………………………5 gr.
- Almizcle……………………………….1 gr.
Todas estas drogas se reducirán a polvo, al que se echarán unasa gotas de sangre de abubilla. Se añadirán goma de tragacanto y leche de cabra, de ambas cosas la cantidad necesaria para formar una pasta consistente. Con ella se harán granos del tamaño de un guisante, se dejarán secar al sol y luego se guardarán en una cajita de madera entre polvo de incienso.
Perfume de Luna
Un Lunes, en su hora planetaria se echarán en un mortero las substancias siguientes:
- Hojas secas de lirio………………………1gr.
- Flores secas de naranjo…………………..5 gr.
- Flores secas de nenúfar………….……….5 gr.
- Mirra……………………..…………………..5 gr.
- Alcafor……………….………………………5 gr.
- Incienso…………….……………………..…5 gr.
- Almizcle……………………………………….1 gr.
Se procede de la misma manera que en el anterior. Únicamente se sustituirá la sangre de abubilla por la de una gallina negra.
En cada perfume la sangre corresponde a la de una animal consagrado al planeta.
Como se ha constatado, quizá algunos de los ingredientes son algo “especiales”; pero lo verdaderamente interesante de todo lo anterior, es el valor y el poder que se le otorga al perfume.
Deja una respuesta