Los sitios telúricos son determinados puntos geográficos donde convergen determinadas fuerzas. En el mundo existen cientos de lugares donde esta energía les hace ser puntos especiales, hay incluso quien sostiene que estos vórtices de fuerzas en realidad son puertas a otras dimensiones espaciales y temporales.
Científicamente, los sitios telúricos toman su fundamento del propio campo magnético de la tierra que se extiende desde el núcleo y emerge en distintos puntos hacia el exterior. Estos sitios telúricos presentan claras muestras de los llamados efectos electromágneticos, que son los que definen la magnetosfera. Estos campos magnéticos son esenciales para la vida del hombre e incluso para la de los animales, por ejemplo, sirven de guía a muchos animales en sus largos viajes migratorios.
Algunos de estos sitios telúricos fueron descubiertos hace cientos de años y fueron considerados lugares sagrados para nuestros antepasados. Como muestra construyeron edificaciones y distintos recintos sagrados y destinados al culto y a la oración. Se creé que aún faltan infinidad de lugares por descubrir sobre la faz de la tierra.
Ya desde las edades más remotas tenemos conocimiento de la influencia de esos campos. La mayoría de los antiguos dólmenes o menhires que aún se conservan están ubicados en estos puntos de energia
Sitios Telúricos más conocidos
Algunos otros de los sitios con esta carga de energía son, por ejemplo, las famosas Pirámides de Gizeh, El Monasterio del Escorial, Stenehenge, Gronlech de Avebury, San Pedro en el Vaticano, el Valle de los Caídos, Chichen Itza o la Iglesia de la Vera Cruz; incluso las edificaciones existentes sobre el Machu Pichu, en Perú, este último es considerado por muchos estudiosos como uno de los centros con mayor concentración de energía de todo el globo terráqueo.
Dentro de España hay muchos puntos marcados como telúricos, la mayoría soportan edificaciones de naturaleza religiosa; algunos de estos edificios ya se han citado, además podemos mencionar Santo Domingo de Silos, Santa Maria la Blanca o incluso la propia ciudad de Toledo. Observamos cómo, prácticamente el cien por cien de los sitios citados tienen connotaciones religiosas y místicas, bien sean paganas o ya cristianas. La explicación viene determinada porque, con el advenimiento del catolicismo, en España y en Europa, los antiguos vestigios de edificaciones paganas fueron demolidos y en su lugar levantaron templos y edificaciones con un marcado cariz eclesiástico y religioso.
Se librarán de la voracidad religiosa los edificios y los monumentos erigidos en América, quizá por la dificultad de la orografía del terreno. En este punto destaca, junto las ya citadas edificaciones sobre el Machu Picchu, la pirámide Chichén Itza, que aún con sus nueve basamentos escalonados desafía al tiempo y guarda aún tantos y tantos secretos en su interior.
Solo a título de curiosidad, cabría decir que esta pirámide de Chichen Itza, fue construida en época precolombina sobre el llamado vórtice de 24500 UB, la misma posición de vórtice que tienen las tres famosas pirámides de Egipto. Nuevamente, ante tal precisión, no solo en cuanto a la construcción de tal pirámide, sino también frente a la perfecta alineación con los ejes cardinales y puntos telúricos, todo ello, nos hace suponer el gran conocimiento del mundo antiguo (precolombino), en este caso de los Mayas.
De hecho, y volviendo a épocas más contemporáneas, filosofías como el Feng Shui se basan, precisamente en determinados puntos de energía para la orientación y la ubicación de las casas y los objetos que hay en ellas. De hecho el Feng Shui propone detectar todo este tipo de afecciones geopáticas como podrían ser aquellos elementos que vienen a romper los vórtices telúricos, elementos como corrientes de agua subterráneas, fallas, etc y crear sistemas para anular sus efectos, desarrollando un equilibro entre el espacio y las personas. Se trata, en última instancia de armonizar los espacios vitales donde vivimos.
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